Pilgrim’s instala un gran complejo de producción de pollo en la península sur de México, con una inversión de mil 619 millones de pesos. A los que hacen pollo se les antojó la cochinita. Desde el final de la década pasada, el equipo del mexicano Fernando Senderos Mestre cambió el destino de su Grupo Kuo al producir carne de cerdo en Yucatán. Adivinen qué va a hacer ahora el de Fabio Sandri. Él dirige Pilgrim’s Pride y vende carne de aves que ustedes ya han visto en los estantes del súper o en un plato de “boneless” picantes. Bajo la marca Kekén, Grupo Kuo se convirtió en el mayor productor de piezas de puerco y en el principal exportador de este producto a Japón, Corea del Sur y Estados Unidos. Su crecimiento coincidió con una fiebre africana porcina en la nación que produce más carne de cerdo en el mundo: China. Esa enfermedad mató a la mitad de estos animales de granja ubicados en aquel país. También encajó con la estrategia de instalar en Yucatán su centro de producción bajo el mando de Claudio Freixes. Hacerlo en esa tierra peninsular supuso al menos dos ventajas para Kekén: acceso a la abundancia de agua de ríos subterráneos y el aislamiento de enfermedades. Al margen de los controles que instale o descuide el gobierno, no es fácil que un cerdo agripado viaje a la zona a contagiar a otros. Un gigante parece haber notado esas características entre otras: Pilgrim’s Pride, una empresa de origen texano que tiene alma brasileña. Desde 2009 fue adquirida por el gigante Grupo JBS –fundado en los cincuenta en Goiás, Brasil– que presume de ser el mayor productor de alimentos del mundo, solo detrás de Nestlé. Todo medido en ingresos. ¿Qué tan grande es ese monstruo?
Va una referencia: Las ventas de Kuo suman unos dos mil 500 millones de dólares anuales. Las de JBS son más de 20 veces superiores y a eso Pilgrim’s aporta un tercio del total, aproximadamente, con más de 17 mil millones de dólares anuales en ventas. El proyecto de Pilgrim’s en Yucatán
Así que, la empresa con oficinas centrales en Colorado instala un gran complejo de producción de pollo en la península sur de México con una inversión de mil 619 millones de pesos, casi 100 millones de dólares al tipo de cambio de estos días. ¿Qué compra Pilgrim’s con ese dinero?
16 granjas de engorda, una planta incubadora, una planta de alimentos y un centro de distribución. De lo anterior, solo faltan las granjas que estarán instaladas sobre el anillo de cenotes, en los municipios Umán, Seyé, Kanasín, Yaxcabá, Peto, Kantunil, Tunkás y Spita. Tienen terrenos ya comprados en esa zona de ecosistemas delicados en los que la empresa promete mantener la vegetación endémica. El proyecto que debe comenzar operaciones en el verano contempla el procesamiento de los excrementos de los pollos como composta, no tener descargas de agua al suelo y abastecerse de electricidad con paneles solares. Prometen cero emisiones para 2040. El contexto del plan
México es en sí mismo un gran mercado para Pilgrim’s y aporta aproximadamente un 10 por ciento de las ventas y ganancias de la compañía.
“Para México, el desempeño mejoró, los fundamentos de oferta y demanda se equilibraron y la inflación se desaceleró. Además, continuamos mejorando nuestra eficiencia a medida que superamos nuestros problemas en nuestras operaciones en vivo. También nos beneficiamos de tipos de cambio favorables”, dijo en abril el director del grupo, Fabio Sandri, en una charla con analistas.
Pilgrim’s ya produce 8.5 millones de pollos –de los 50 millones que entrega mundialmente– cada semana en 200 granjas distribuidas en el Bajío y en Durango.
Pero en Yucatán se sumará a un cluster creciente de producción de alimentos y bebidas en el que convive con Grupo Modelo, Crío, Bachoco y Kekén, incentivado recientemente por el anuncio de la ampliación del Puerto Progreso, de la que les conté aquí la semana pasada. Hay más anuncios de otras compañías en camino. Cuando tenga detalles, les aviso.
Fuente: El Financiero
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